Mi Libro de Sueños (Relatos en Medio Oriente)

martes, agosto 29, 2006

¡AY FUE SOLO UN SUEÑO!

Dedicado a Graciela, la única, la insoslayable, la fortaleza en persona, mi AMIGA de siempre, cómplice compañera de lágrimas claras y oscuras.
Hoy fue un día feo, frío y triste. Como esos que abundan en el invierno Argentino. Se desató una fuerte tormenta que venía desde el mar, con ráfagas que doblaban las firmes palmeras de la playa de Atakum. Contra mi ventana golpeaban los verdes brazos de los guindos enfurecidos con el viento y poco a poco los cristales se rociaron con dulces jugos rojos. Oh! Allah! Allah!.
Aquí todo es al revés, nada de sudestada, ésto viene desde Rusia y desde el polo norte, ¿cómo se llamará?. De cualquier manera no importa el nombre, el mate cocido Argentino me espera humeante. Estoy muy cansada después de haber regresado de una larga caminata por las montañas y solo puedo concentrarme en el enfadado y espumoso Karadeniz mientras me relajo en un gran sillón mullido sobre la alfombra, próxima al ventanal.
No veo bien. El sonido de una canción llega a mis oídos, me persigue entremezclada con la imágen de alguien a quien le entregué mi corazón. A lo lejos El pronuncia mi nombre y continúa hablando lentamente entre mucha gente que pasa. Yo veo la gente de espalda, él ve la misma gente de frente y comienza a esquivarla. Nada entorpece sus palabras. Busca insistentemente mi mirada para hablarme desde su alma.
Un día
Nos encontramos, nos conocemos, nos sonreímos, conversamos,
nos apreciamos, nos gustamos, nos impactamos, nos llamamos,
nos escribimos, nos volvemos a encontrar, nos ilusionamos,
nos tocamos, nos besamos, nos necesitamos, nos amamos
y nos extrañamos cuando no estamos juntos.
Otro día
Nos desentendemos, nos celamos, nos olvidamos, nos aburrimos,
nos cansamos, nos peleamos, nos odiamos, nos alejamos,
nos separamos, nos decimos ¡Adiós!
¿Se acabó la magia del amor?
Al tiempo
Nos extrañamos, nos intrigamos, nos espiamos,
nos recordamos, nos necesitamos y:
te lloro, te sueño, te mando una señal, te espero,
te anhelo, te añoro, te Amo;
te acordás, me pensás, me soñás, me necesitás,
me dás una señal, me Amás.
Si este es tu amor, si este es mi amor
¿Se acabó y nos dejamos para siempre?
¿Nunca más tú y yo?
Nunca y siempre no existen, solo son dos palabras
que surgen en un momento, en una circunstancia,
en una reacción de efímeros equívocos.
¿Nunca y siempre serán nuestro pasado, presente o futuro?
¿Porqué contesta la voz intrusa de una extraña
que atraviesa tu cuerpo con su fría y calculadora razón?
¡Sigue tu camino lisonjera, vano espejismo del azar!
Tú no eres más que un refusilo en mi cielo oscuro
y yo ya conozco la luz sagrada del corazón.
Pero la gente sigue pasando y la voz no escucho más,
esa mujer la apagó por completo. Corro. Desespero.
Empujo a todos los caminantes que no se percatan de mí.
Corro y corro. Busco y él ya no está allí.
Quizás esté mañana, pasado
o en un mes cualquiera del calendario lunar.
Un invierno, un otroño, un verano volverá.
Ahora veo. La canción cesó y él vive en mí.
Como el primer día, tierno y dispuesto.
De cerca pronuncio su nombre contra el ruido
de las verdes olas del mar.
El día muere feo, frío y triste. ¿A dónde estoy?. ¡Ay!, fue solo un sueño azul. Un apetecible plato con brillantes guindas me espera, las mismas que mañana la tormenta azotará. Allah Korusum!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Aprovecho que escribe Marcela! Ya se que es para la Turca pero está inspirado en mí! Me has hecho llorar! Cuando pase todo sé que nos juntaremos a brindar como siempre, como en las buenas y en las malas, hago mucha fuerza por vos y tu flia. Dios te acompañará!
Alicia (Bety)

domingo, diciembre 03, 2006 12:23:00 p. m.

 

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